Artículo Francisco Roble: Chaves abucheado

[Rafa Rivero]

Columnas / andalucía imparable
Chaves abucheado
Lo que iba a ser un acto para el lucimiento de Manolo el del Autobombo se convirtió en un sonoro abucheo
francisco robles
Día 17/10/2010 - 23.38h

126.000 millones de euros tirados a la basura. Los Acuerdos de Concertación que garantizarían el silencio cómplice de empresarios y sindicatos ante los tejemanejes del Régimen se han disuelto como un azucarillo en las aguas de la ría de la Plaza de España. Chaves volvió a Sevilla, donde Griñán le ha quitado la silla que le dejó el vicenada como si su amigo Pepe encarnara la figura del valido en esta Andalucía feudal y taifa a un tiempo. Llegó para inaugurar la restauración de un momento que tardó menos tiempo en construirse, allá por los años veinte del pasado siglo, que en restaurarse: y eso que ya vamos por la Segunda o la Tercera Modernización. Lo que iba a ser un acto para el lucimiento de Manolo el del Autobombo se convirtió en un sonoro abucheo digno del mejor Zapatero.
¿Qué dirán ahora los ultradefensores del Régimen, esos voceros del pesebre o «psoebre» que viven del presupuesto público gracias a la derrama de subvenciones que los mantiene leales hasta la muerte? ¿Proclamarán que todo esto es propio de la ultraderecha que no acepta el veredicto de las urnas? Lo que abuchearon a Chaves no llevaban ningún aguilucho en sus banderas, sino tres siglas: UGT. El mismo sindicato al que pertenece el vicepresidente que vino para apuntarse un tanto y se llevó una sonora pitada. Y es que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible, como decía el torero.
No puede ser que los funcionarios se traguen el «griñanazo» que pretende perpetrar el Régimen para asegurarse la permanencia de los suyos en una Administración paralela que está a punto de fagocitar a la misma Junta de Andalucía. Esto es un golpe de Régimen en toda regla. Por eso se manifestaron ayer los funcionarios que no consienten el trasvase que quiere hacerse con ellos para que la Agencia del Agua se convierta en un chiringuito más del partido. Y por eso están fuera de tono las palabras de Chaves, que se empeñaba en quitarles la razón porque protestaban en un acto institucional. ¿Acaso se indignó el hoy vicenada y ayer virrey de San Telmo cuando los suyos hacían lo propio contra el Gobierno del PP? ¿O ha perdido la memoria como su sucesor Griñán, que ya no recuerda que llamó a los parados oferentes de empleo y pretende echarle la culpa a la prensa que no le baila el agua?
Lo que está pasando en la Junta de Andalucía es muy grave. Gravísimo. El Régimen quiere perpetuarse aunque el partido que lo sustenta pierda las elecciones. El «griñanazo» que está perpetrándose en las cañerías de la Administración es un golpe contra la democracia, contra la alternancia, contra la neutralidad política de la Administración que se consiguió a duras penas y que ahora se quiere destruir para regresar a los tiempos del caciquismo. Eso es lo grave, y no el abucheo a un vicenada que lo fue casi todo en este Régimen de nunca acabar.