Los problemas de este centro, lejos de resolverse, se agravan cada día más y más.
Pero a su directora esto parece importarle poco, ya que en vez de resolverlos, ha optado por desaparecer e irse de vacaciones.
Para lo que hace más vale que dimita. No debe saber que la capitana de un barco es la última en abandonarlo cuando éste se hunde, pues ella ha sido la primera en abandonarlo y dejarlo a la deriva.
De seguir las cosas como hasta ahora, ya vamos a pasar a la deuncia pura y cruda.
Por el bien de los menores, del personal del Centro y por la buena imagen de la Administración, DIMITE YA. Para lo que haces, quédate de vacaciones y no vuelvas más por aquí, tu sustituta lo hace muchísimo mejor que tú. Para dirigir un Centro como éste no es suficiente sólo con la experiencia, además hay que tener buena voluntad y ganas de hacerlo bien, cualidades que a la señora directora le faltan.