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Griñán condena definitivamente al personal laboral de la Junta de Andalucía.
El PSOE, bajo mandato férreo de Griñán, con la aplicación definitiva de la reordenación del sector público andaluz, condena al personal laboral de la Junta transferido a las agencias ya que lo equipara en derechos al personal transferido de empresas públicas, fundaciones y otros entes instrumentales, que no han pasado por los procesos de acceso a la función pública andaluza. El personal laboral de la Junta pasa a ser personal laboral de agencia, con lo que pierde su condición adquirida por la Ley 6/85 de ordenación de la función pública andaluza.
El gobierno de Griñán y las centrales sindicales de UGT y CCOO han clavado una estaca en el corazón del personal laboral de la Junta, ya que dentro de unos meses se aprobará un convenio colectivo en el que tendrán la misma consideración que los externos. O sea, que se les arrancan derechos a ellos para dárselos a los otros. Además surge inevitable un conflicto de enorme transcendencia dentro de las futuras agencias. El personal laboral se rige por un convenio con unas retribuciones ampliamente superiores a las del personal externo de empresas públicas y fundaciones. Pero no puede haber distinciones entre los grupos de trabajadores en el próximo convenio único, lo que implica tres cosas. Por un lado, que se congelen los sueldos de los laborales de la Junta hasta que los otros los alcancen dentro de unos años, por otro que se les suban los sueldos de los trabajadores externos, o finalmente que se les baje al personal laboral proveniente de la Junta.
Estas son las tres posibilidades. Pero una de ellas es letal para las arcas públicas. Si el sueldo de los externos sube en el próximo convenio, la masa salarial de la agencia sufrirá una costosísima elevación presupuestaria para hacer frente a las nuevas nóminas. Es decir, las arcas públicas que mantienen todos los andaluces soportarán sobre sus espaldas estos extraordinarios aumentos en las nuevas nóminas públicas por convenio, en una región como Andalucía con cerca de 1 millón de parados. Otra es que se les baje sustancialmente el sueldo a los laborales tal y como se hizo con la famosa bajada del 5% de Zapatero, cosa que llena de terror las neveras de todos estos trabajadores y enviaría algunas familias directamente a atravesar el umbral de la pobreza.
La defenestración definitiva programada por el PSOE de Andalucía del personal laboral tiñe de luto la sangre de la función pública andaluza que lleva sólida desde la no negociación y paralización del VII Convenio Colectivo que será el futuro paraguas que abarque el Convenio de las Agencias. Todo pensado, todo planificado desde hace años con la complicidad de las centrales de UGT y CCOO que priman a los externos descaradamente en detrimento de los trabajadores públicos laborales de la Junta. ¿Estaría planificado desde los Acuerdos de Concertación? Porque dineros con ellos se reparten a espuertas para ellas. Pero si un sindicato solo se dedica a haraganear solo en los sueldos de los trabajadores, sin pensar en el gobierno que los paga y su política, y son, además, cómplices de esta política, entonces estarán condenados a su desaparición, por mucho que se abroguen la defensa de esa famosa “clase trabajadora”.
En este horizonte tan oscuro para el personal laboral, desde estas líneas y desde mi libertad, les pido a mis hermanos laborales, a cada uno de ellos y ellas, que piensen detenidamente su voto en las próximas elecciones sindicales, y sobre todo, en las próximas municipales, y que esperen a las autonómicas para decirles a estos gerifaltes del PSOE y a sus Griñaninis lo que pensamos de todos ellos en las urnas.