Huelga de un día, o como hacerle cosquillas a la Admón.

Foro para atender todas las consultas sobre las cuestiones relativas al personal laboral de la Junta de Andalucía

Huelga de un día, o como hacerle cosquillas a la Admón.

Notapor Mas de lo mismo » 22 Sep 2010 20:06

La situación a la que nos ha abocado el Presidente Griñán -tito Griñán, para sus aun empleados públicos-, es de extrema incertidumbre, en cuanto al oscuro futuro que se cierne sobre nuestras cabezas. Tales acciones de agresión a derechos consolidados y reconocidos en la propia Constitución, merecen la correspondiente y contundente respuesta. La cuestión es precisamente esa, cual es la forma más eficaz de plantar cara a tamaños despropósitos del Consejo de Gobierno Andaluz.

La convocatoria de una HUELGA GENERAL, a efectos prácticos, no pasa de ser una demostración de fuerza, un pulso al gobierno y sus medidas en contra de los derechos de los trabajadores. Es un día cuasi festivo para los trabajadores, viene a ser como dicen los políticos sobre las elecciones, "la fiesta de la democracia" -que viendo los datos de participación elección tras elección más se asemeja a un velatorio-. En definitiva, un día de pancartas, banderas y eslóganes mas o menos ocurrentes y recurrentes.

Mientras que un solo día de huelga, causa en la mayoría de empresas un efecto de consecuencias positivas para los intereses de los trabajadores, por conseguir paralizar la producción, con las consiguientes perdidas para la empresa, que es lo que verdaderamente les duele y escuece.

Por contra, en la administración pública, no causa iguales efectos, empezando por la potestad de fijar servicios mínimos por razón del servicio público prestado, sólo con esta medida ya consigue inmunizarse del efecto cáustico que de otra forma causaría la acción de huelga. Continuando con el hecho del ahorro salarial que aplica sobre quienes osen secundar la convocatoria, que le supone unos dinerillos extra a la ahora paupérrima administración, -que a todas horas llora que llora buscando cuartos por los rincones, cual zarzamora-. A todo lo anterior le sumamos la pasividad de la mayoría de ciudadanos, que evitan, cuando no huyen de acercarse a cualquier dependencia administrativa el día de la huelga. Por ultimo, estarían los medios de comunicación, que dan cuenta del evento reivindicativo según el color del cristal político de quines los controlan. El cóctel resultante es que la huelga de un solo día, no le hace mucho más que cosquillas a una todopoderosa administración socialista, que fagocita a cuanto y cuantos se mueven en su contra.

Hay que cambiar el concepto de huelga, mientras esta ha de mantener su sentido tradicional de arma para la reivindicación en la lucha laboral, pero a su vez, hay que actualizar su uso, que en el caso de los empleados públicos consiste en afilarla y dosificarla para poder enfrentarnos eficazmente contra las tropelías y desmanes de los que nos gobiernan de forma tan despótica.

Esto es la guerra, que en campo abierto y frente a tan poderoso enemigo tenemos perdida de ante mano. Pero queda la alternativa, recurrir a la "guerra de guerrillas", de probada eficacia cuanto más poderoso es el enemigo, llámese en "clave laboral" paros parciales.

Por último siempre se puede recurrir al arma más poderosa de lucha laboral, la "bomba H", la temida y devastadora HUELGA INDEFINIDA. El problema está en que en la práctica resulta imposible de llevar a cabo, puesto qué los sindicatos no ponen en funcionamiento el sistema de caja conocido como“solidaridad financiera”, destinado a los trabajadores en huelga, para compensar el salario que se deja de percibir durante la duración de la huelga. Con este sistema en marcha, el éxito de las huelgas de larga duración estaría asegurado.

La alternativa más económica y sostenible son los paros parciales, suponen una eficaz arma para conseguir trasmitir a la opinión pública el conflicto subyacente tras la protesta, así como traer de cabeza a los fieles lacayos designados por la administración como contra-piquetes, para tratar de minimizar la movilización a base de amedrentar y amenazar al personal. La incidencia en el servicio prestado es mucho mayor, ya que un día pasa rápido y tiene un coste de 7 horas de salario, en cambio, parar 1 o 1,5 horas durante una semana, tiene prácticamente igual coste salarial, pero su repercusión es infinitamente mayor. Si el paro se hace a “hora punta”, que cada uno sabe cual es en su centro de trabajo, -no olvidemos que la convocatoria puede hacerse por cada centro de trabajo-, el resultado será gran cantidad de ciudadanos cabreados, y eso no gusta nada a los vividores de las arcas públicas, más conocidos como políticos.

Hecha la ley, hecha la trampa. De hecho siempre viajan juntas, algo tan sencillo como convocar una huelga indefinida, no con el objetivo de que esta sea secundada de forma permanente, la trampa consiste, en que cada cual es libre de adherirse o no adherirse y a que hora adherirse o dejar de adherirse -yo me remendaba, yo me remendé, yo me eché un remiendo y yo me lo quité-, lo que se traduce en caos en la administración, con bajo coste salarial para los trabajadores, el “low cost” de la protesta laboral.

Si no se cambia la forma de pensar y actuar ante el problema poco se conseguirá, los medios, las herramientas que se tienen al alcance, no pueden ser las mismas que hace un siglo, al igual que hacen los ejércitos, renovando sus armamentos para poder combatir al enemigo, los empleados públicos no pueden permanecer arrojando piedras y flechas contra la maquinaria acorazada que es la administración. O renovamos los sistemas y medios para hacer frete a las amenazas presentes y futuras, o esteremos condenados a perecer como empleados públicos.

Renovarse o morir.

¡MÁS MADERA, ES LA GUERRA!
Mas de lo mismo
 
Mensajes: 111
Registrado: 28 Jul 2010 19:46

Volver a Foro de Información General

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 30 invitados